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La Mujer y el Fútbol...




por Ma. Jimena Araújo


¿Por qué cuándo alguien dice estas dos palabras en una frase a muchos le suena a antítesis? Es tan difícil aceptar que las mujeres podemos opinar y sabemos de fútbol. Alcanza con ir a ver un partido a cualquiera de los escenarios deportivos y agudizar el oído para escuchar a las diferentes mujeres gritar a la par de los hombres, ¿cuál es la reacción de estos cuando sienten algún insulto? “que boquita…, mira lo que dice la señorita..., (y el más clásico de todos) callate y anda a cocinar..”.

Siempre es la misma historia, no importa la edad, la raza, la clase social, es la misma reacción. Pero esto nos da el único aspecto positivo del machismo…no discrimina. Leyendo un artículo de un diario chileno, se preguntaban si el fútbol y/o el deporte femenino seguirá siendo un pasatiempo, porque no cuentan con el respaldo económico necesario. Al parecer este “pasatiempo” tiene sus inicios a fines del siglo XVII, en Escocia, los partidos eran entre solteras y casadas, la historia cuenta que las ganadoras eran siempre las casadas. Volviendo a la actualidad, en nuestro país, las charrúas debutaron a nivel internacional el 12 de julio de 2007, frente al feroz Brasil. No solo en el plano deportivo, la mujer tuvo que luchar para ganarse su lugar.

En una entrevista que le realice a la única árbitra de primera división Laura Geymonat, me comentó que el estadio Charrúa es el único que cuenta con vestuario femenino para los árbitros. Hasta principios del 2008, eran solo tres mujeres que ejercían esta profesión, una en primera división, y dos en los partidos preliminares (basta con ver los partidos por el canal que tiene los derechos del fútbol uruguayo, o darse una vuelta por cualquier estadio, para confirmar lo que estoy diciendo).

La figura de los jueces es la más resistida en el mundo de los deportes, ¿pero cual es la reacción de varios, cuando se sanciona una falta polémica y detrás del banderín vemos a una mujer? La hinchada le pregunta si lavó los platos, si ya cocinó, etc. ¿Se supone que esos son insultos, o las mujeres son inservibles si no realizan los quehaceres de la casa?.
A los y las machistas, a los que no creen en la mujer dentro del deporte les digo, que se puede limpiar, fregar, lavar y opinar sobre un offside, outball, corner, penal, roja, amarilla, sobre cual o tal técnico, sobre el descenso, la liguilla, tabla anual y al mismo tiempo estar maquillada y de uñas pintadas.
¿Cuántos son los programas que hablan de fútbol femenino? ¿Cuánta repercusión y cobertura tiene en nuestro país? A los que me respondan que Uruguay es un país pequeño y este deporte no tiene tanta repercusión como el masculino, es mejor que se lo ahorren. Tampoco quiero teñir esta columna con un toque feminista, sino que reclamo los derechos de las mujeres.

Opinen y debatan con confianza mujeres del Uruguay y del mundo, muchos periodistas se equivocan a la hora de emitir un comentario (porque errar es humano). El fútbol es un deporte liderado por hombres, desde quienes lo juegan, arbitran, dirigen, cubren hasta difunden; pero muy lentamente la balanza de los sexos se va equilibrando. Hoy en día los escépticos de la mujer no son tantos, pero igual el camino a recorrer todavía es empinado.

Mi objetivo con esto no fue hablar de la mujer o el fútbol, sino de la relación entre ambos, como es visto desde afuera y como tendría que serlo. Sin más me despedido con un HASTA LA PROXIMA.